Según los expertos, este puente tiene un origen romano. Consta de cinco arcos y cuatro pilares con tajamar. Los arcos arrancan a diferente altura con el objetivo de que las cervices mantengan una altura idéntica.
Se intuye que debió ser reconstruido por la diferentes técnicas y materiales que se pueden apreciar en el puente aunque todos los complementos son piedra arenisca.
En uno de los apoyos del arco central se ha reutilizado una cápsula de cenizas procedentes de las necrópolis cercanas.
El resto de los arcos se conservan perfectamente y la uniformidad de la construcción original es totalmente visible.