El Convento de Nuestra Señora de Gracia fue construido entre 1531 y 1535. Este templo fue financiado por Pedro Dávila y se conoce popularmente como el internado en el que entró Santa Teresa contra su propia voluntad.
De aquella etapa de internamiento por parte de Santa Teresa, se conserva el comulgatorio y confesionario.
Este convento está ejecutado en sillería berroqueña bajo un estilo gótico. Su interior consta de una única nave. En el retablo mayor, encontramos una de las piezas más singulares, obra de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo de mediado del siglo XVI.